FLIPPING

De todas las formas de tentar al bass, el Flipping es, sin duda, una de las más espectaculares, no sólo por los lugares donde se practica (coberturas muy densas y tupidas), sino especialmente por la manera tan brutal en la que el bass toma el señuelo, convirtiéndola en una presentación realmente adictiva y de gran efectividad con los peces de mayor tamaño.

En este caso, para aclarar los términos, no nos estamos refiriendo a un montaje concreto, ya que a la hora de hacer flipping sería perfectamente válidos tanto los jigs recomendados para dicho modalidad (con cabeza cónica y dotados de antialgas), como un montaje Texas. Al hablar de Flipping nos estamos refiriendo a una técnica concreta y consistente en liberar línea del carrete y sujetarla con una mano para, haciendo movimientos pendulares, colocar el señuelo en los huecos de la vegetación donde esperamos encontrar al bass.

A la hora de sacarle el mayor partido posible a esta manera de pescar hay varios elementos decisivos, entre los que destacan la sonoridad y la capacidad de penetración de nuestro señuelo, ya que nos vamos a enfrentar a lugares muy complicados, con vegetación muy densa. Para ello debemos jugar con el peso del montaje y, para ello, debemos seleccionar cuidadosamente nuestro plomo o tungsteno.

Si en otros montajes, como por ejemplo el texas, el tungsteno ofrece algunas ventajas, en esta se multiplican.

Por una parte, al tratarse de un material más denso nos va a proporcionar un aumento significativo de peso para un mismo volumen, con lo que conseguiríamos que el señuelo lograse penetrar en lugares donde un plomo del mismo tamaño no lo lograría no sólo por el peso, sino por el tamaño del montaje y, de este modo, maximizar nuestras opciones de obtener picada.

Por otro lado, el tungsteno, al chocar contra la vegetación, produce un sonido que se trasmite a mayor distancia bajo el agua, además de resultar más atractivo para el bass. Esto volverá a nuestro señuelo más fácil de localizar y, por tanto, redundará en un mayor número de picadas y capturas.

Si en vuestras zonas de pesca habituales tenéis lugares con vegetación densa y tupida, utilizad esta técnica y podréis sacarle todo el potencial, ya que en situaciones de peces presionados o momentos de llegadas de grandes frentes fríos los basses suelen utilizar estas localizaciones para ocultarse y protegerse. Además estas zonas, por ser especialmente complicadas de pescar, suelen ser descartadas por muchos pescadores, convirtiéndose así en lugares habitualmente visitados por peces   grandes.

Un saludo compañeros y animaos a probar esta presentación tan extrema y adictiva. 

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